martes, 7 de agosto de 2012

La Unión

El caluroso mes de agosto levantino viene todos los años con una brisa de aire fresco que embriaga a un pequeño pueblo minero, un pequeño pueblo flamenco de la Región de Murcia, La Unión. Allí se abre el octavo mes del año con su Festival del Cante de las Minas, con la pasión, con el quejío, con la pena, con el arrebato, con el recuerdo a los mineros que allende, a finales del S.XIX horadaron la Sierra Minera en busca de un futuro mejor.

Desde hace 52 años La Unión se vuelve la capital mundial del mundo flamenco y tanto los unionienses como sus visitantes sentimos el pellizco que este mundo provoca a quién en él se pierde. Una semana especial en un pueblo especial dedicada a todos aquellos que quieran sentirse especiales.

 

De Pencho Cross a Miguel Poveda, de Encarnación Fernández a Marina Heredia, del Rojo El Alpargatero a José Mercé...

La Unión es ya mi pueblo y a él me sentiré atado de por vida.

¡Viva el flamenco! ¡Viva La Unión!


viernes, 3 de agosto de 2012

El extranjero

En Fes, en Almería, en Tánger, en Murcia, en Andorra, en Albacete, en Liverpool, donde quiera que esté...

miércoles, 1 de agosto de 2012

Marruecos

Mi viaje a Marruecos ha sido una experiencia brutal. Junto a mis 5 compañeros/as de aventuras hemos tenido vivencias que ninguno de nosotros olvidará nunca, en nuestras vidas.

Perderse por carreteras marroquíes, ver poblaciones olvidadas, gentes sin futuro, carreteras sin fin, sin destino y llegar al hotel de madrugada tras persecuciones, intentos de timo en una ciudad hostil.

Entrar a una medina milenaria y viajar a la edad media, ver sujetos sacados de cualquier novela legendaria, niños desharapados y hambrientos, olores insufribles, calles insalubres.

Conducir por un mercado rodeado de gentes que van y vienen, sentir como golpean el coche, pisar puestos con las ruedas de la furgoneta, ver huir al policía ante el barullo.

Ser mercancía de un guía que al final del día también intenta timarnos, volver a ser increpado por los sujetos de las motos...día si y dia también.

Llegar a Tetuán y sentir el mismo acoso, incluso mas agresivo que en Fes...decidir irnos de allí y llegar a Chefchaouen, el pueblo azul. Acogedor, tranquilo, sosegado...azul, muy azul.

Bañarte en playas kilométricas, ver Suiza en Marruecos, visitar ruinas romanas, ser multado e introducido en un furgón policial marroquí.

Pero sobre todo, salvar todos esos inconvenientes con una sonrisa, con la sonrisa y el apoyo mutuo de mis compañeros. Eso quizá sea lo mejor de esa aventura por África que no olvidaré jamás.

                                           Perímetro exterior de la Medina de Fes
                                           Calles de Chefchaouen, el pueblo azul.
                                          Mas Chefchaouen.
                                          ¿Habitación 2?
                                          Rosa, Celia, Lorena y yo.
                                          Emilio, Juanjo y yo.

   Seguiremos en ruta...un saludo.