En el cielo de los sueños

Hubo una vez un sueño que nunca se hizo realidad. Un sueño que iba buscando dueño, de casa en casa, de ciudad en ciudad. El sueño sólo buscaba hacer feliz a alguien, pero no encontraba a nadie que lo buscase con la suficiente fuerza.


Un día, a lo lejos, creyó sentir a un niño que lo deseaba con muchas ganas. Poco a poco se fueron acercando. Cuando parecía que el sueño se convertiría por fin en realidad, el niño cambió de idea y el sueño, triste, tuvo que seguir vagando por el cielo de los sueños incumplidos.

Días mas tarde, la esperanza volvió a recorrer el mundo de los sueños. En otra parte del mundo, una muchacha, durante una larga noche lo pidió con mucha fuerza, y otra noche mas, y otra mas, parecía que de verdad lo deseaba. Pero de la misma forma que la anterior ocasión, a los pocos días la muchacha perdió el interés, desistió.

El sueño pensó: "Nadie dice que conseguir un sueño es fácil, pero si no lo intentas con todas tus fuerzas...se convierte en imposible"

Y volvió al cielo de los sueños incumplidos, esperando que alguien luche algún día, con todas sus fuerzas y para que de una vez por todas...ese sueño se haga realidad.

Está ahí

Era una mas de la clase, una gran alumna, una fenomenal amiga. Todos los días a las 8:55 estaba en su fila, dispuesta a contagiar a todos sus compañeros. Unos días desaparecida y ausente, sin embargo en ocasiones desplegaba todo su encanto. Recorría los pupitres, se colaba entre las páginas de los libros, no paraba de revolotear en los recreos, incluso osaba mirar directamente a los ojos de los maestros.

No era guapa, no era fea, ni alta ni baja, no llamaba la atención pero nunca pasaba desapercibida. Era una más de la clase, de cada una de las clases del colegio, de cada uno de los colegios del barrio, de cada uno de los barrios de la ciudad...todos la necesitaban y todos la querían.

Se llama ilusión y sigo viéndola cada día, puntual, a su hora, en su fila.

¿Tú la sigues viendo? Búscala en cada esquina, en cada recodo del camino, seguramente estará muy cerca de tí, sólo tienes que mirarla a los ojos y decirle, te he encontrado.

Descubriendo a Frindel...

Tengo frente a mi a 23 elementos, 23 vidas por escribir, 23 niños y niñas que escudriñan escrupulosamente cada uno de mis movimientos, cada una de mis palabras. Los tengo ahora mismo descubriendo a Frindel. Leyendo una novela infantil como las que nosotros, los que me leéis, ya descubrísteis hace algunos años. Veo caras serias, de concentración, alguna aburrida también...como seguro también pusimos nosotros. Alguna sonrisa cómplice cuando cruzamos miradas.

Voy a despertarlos de su lectura y vamos a seguir aprendiendo cosas que nosotros hace algún tiempo aprendimos.

Tengo el inmenso placer, el gran honor y la enorme responsabilidad de poder ayudar a este grupo de 23 personillas a que en el futuro séan, al menos, tan buenas si no mejores como lo somos todos los que nos reunimos en este ratito de lectura.

Un saludo para todos/as.

Haití

Lo suponía, no es nada nuevo. El ser humano es así. Nos volcamos cuando sucede una catástrofe, pero al poco tiempo olvidamos. En un mes, quizá dos, a lo sumo tres, hemos olvidado. Olvidamos la sonrisa de aquel niño que vi en televisión en un telediario de hace dos años. Olvidamos las carreras desorientadas de familias buscando a sus seres queridos, olvidamos los niños que quedaron huérfanos, olvidamos reconstruir un país arrasado por la naturaleza.

Esto escribí hace casi dos años sobre Haití...pero claro, ya casi me acordaba. Yo también había olvidado.

http://gabrielmaldonadorufete.blogspot.com/2010/01/haiti-dia-1.html

Por desgracia tenemos muchos Haitís, algunos muy cercanos como Lorca, que también parece olvidado. Otros muy lejanos y casi ajenos como Fukushima, Indonesia, China, Brasil, terremotos, tsunamis, diluvios...también los olvidamos.

De política y otros lodos

Indigna, irrita, cabrea, exaspera, enerva, enoja, molesta. Noticias como esta realmente me enfadan.

"Los italianos se sacrifican mientras sus políticos se van a Las Maldivas"

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/01/12/internacional/1326352531.html




El patio está poco movido como para que sinverguenzas, alzatrepas e ineptos como estos se vayan a paraisos de lujo mientras que la población está pasando las de Caín. Lo peor de todo es que los casos, como el de este sujeto, que salen a la luz serán muy pocos. Estoy seguro que la gran mayoría de personas que componen esta lacra llamada clase política viven igual que este tipo.

Nuestro inefable Rodríguez Zapatero estará observando nubes, Camps contando los trajes y regalos que presuntamente ha recibido, los de los presuntos ERES en Andalucía cortando coca o buscando ubicación para la supuesta pollería, recuerdo muchos más, la lista sería interminable, indignantemente interminable.

Mientras tanto, cientos de miles de ciudadanos, en España hasta 5 millones de personas están en el paro, sin empleo, sin ingresos, sin nada que llevarse a la boca y viviendo situaciones muy duras, muy difíciles y complicadas.
Indigna, irrita, cabrea, exaspera, enerva, enoja, molesta. Noticias como esta realmente me enfadan.

El hombre de piel oscura, capa rojiza y muy larga...

Apenas contaba con siete años de edad, mucha luz en su mirada y un futuro enorme por escribir. Aquella gélida noche de reyes fué mágica, especial, única. Entre sueños, persiguiendo dragones y salvando princesas abrió sus ojos vivaces y vió salir de su habitación a un hombre de piel oscura, capa rojiza y muy larga...transcurrieron unos pocos segundos y volvió a sumergirse en sus interminables batallas nocturnas, como si nunca nada hubiera pasado.

Pasaron los años y lo siguió viendo todas las noches de reyes, a la misma hora y siempre en su habitación, fué su secreto. Creció con ello y fué su gran secreto.

Aún sabiendo lo que todos los mayores saben, él los esperaba todas esas noches mágicas, abría sus ojos de madrugada y soñaba con aquel hombre de piel oscura, capa rojiza y muy larga...a pesar de los desgarros que le fué dejando la vida siempre dejaba su habitación llena de...

Los primeros días

Qué joven eres, qué bien nos entendemos a pesar de ciertos momentos tensos, de conflicto. Creo que seremos muy buenos amigos...sigamos nuestro camino, juntos.