jueves, 12 de diciembre de 2013

De dignidades e indignidades

 Oye que para "tocar en la puta calle" hay que pasar casi una oposición. Esto es jauja. Para pasar frío, aguantar gente impertinente, no saber si vas a ganar 3 o 4 duros...para todo eso, los jerifaltes, los que mandan te hacen pasar una prueba. Sigue siendo jauja. Más aún cuando un artista ha estudiado, se ha formado y se esfuerza, día a día, en hacer atractivo su número y poder así ganar esos 3 duros de los que antes hablábamos. Mas todavía cuando los que ordenan esas pruebas no han pasado ninguna y muchos de ellos carecen de formación. Ni bachiller, ni universidad, ni por supuesto ese idioma tan de moda en España, ese inglés, que lleva de cabeza a los jóvenes de la vetusta Iberia. La oposición del dedo y del arrime, esa sí, el dedo y el arrime.

Lo único que no les van a quitar es la dignidad. Esa dignidad de querer ganarse la vida con lo que mejor saben hacer, con su arte y con su gracejo. Por muchas pruebas que les hagan pasar, eso no se lo van a quitar. Los indignos son ellos por privatizar y parcelar un espacio que es público. Que es nuestro y que ellos los artistas callejeros dignifican día a día.



No hay comentarios:

Publicar un comentario