Probablemente, no seré yo el más indicado para hablar de una persona con la que apenas coincidí cuatro o cinco veces, pero la cercanía a su familia y el cariño que profeso hacia ella quizá me otorgue cierta licencia para ello.
Conocí poco a Pepe Tornel. Pero sí conocí sus actos, sí, su lucha, sí, su empeño, sí, su esfuerzo, sí, sus ganas de vivir...todo eso lo conocí de primera mano, la de sus sobrinos y su familia. Excelente por cierto. Sus andanzas por este mundo o aquel. Su enfrentamiento constante al poder establecido. Su verbo fácil y fluido a favor de los más desfavorecidos. Así fué este hombre que ha dejado huella en la sociedad murciana. Así probablemente querrá que se le recuerde y así, 200 sacerdotes de nuestra ciudad han cogido su estandarte manifestándose en contra de los desahucios que cientos de familias sufren en nuestra capital y en otras. En una manifestación que él mismo conovocó antes de su fallecimiento y que ha servido de homenaje hacia su persona.
Y yo, que últimamente andaba muy enfadado con el de arriba y con los de abajo, vacilo y reculo. Por que esta es la Iglesia que quería Pepe Tornel, esta es la Iglesia que el Papa Francisco está promoviendo. La que se enfrenta al poder para ayudar a las personas, la que lucha y brega por las familias necesitadas, por los niños sin recursos...así, probablemente, vuelva a creer en algo en lo que ya no creía.
Por que queridos, recuerden, al final de todo, quitándonos las corbatas, las sotanas, los uniformes, las togas, todos, todos somos personas cuidando de personas.
Personas cuidando de personas.
Gracias a este gran hombre por cuidar de miles de personas.
Ole ahí esos sacerdotes.
ResponderEliminar