jueves, 22 de mayo de 2014

De interinos y otras lindes

 Queridos lectoras/es;

No me gusta aburrirles con los problemas que aquí o allí van surgiendo y que día a día menoscaban cual gota sobre roca la moral del más adusto de los guerreros, pero actualidad manda y sobre todo la actualidad duele. Vuelve a la palestra el asunto (eterno) de las listas de interinos, asunto que lleva coleando mucho tiempo y asunto que provoca nerviosismo, inestabilidad, angustia...¡qué les voy a contar que no sepan! En éstos días cercanos al fin de curso todo se embarulla con unos y otros tratando de arrimar la sardina al ascua que más calienta, a su ascua vamos, aunque no haya comenzado a arder. 

Y yo, yo que me tengo por una persona cabal, justa y consecuente pienso, he pensado y seguiré pensando. Es fácil, es muy fácil. Hay una sola palabra que arregle este desaguisado: JUSTICIA.
Por que no puede haber nadie en esta bendita comunidad autónoma ni en ninguna otra, nadie me puede discutir que mis 6 años de trabajo, recorriendo la Región de Murcia, de esforzarme y dejarme la piel en colegios de; Lorca, Cartagena, Murcia (varios), San José de la Vega, Lorquí, Puerto de Mazarrón, Roldán (y algún otro que seguro me dejo en el tintero), repito nadie me puede discutir que ese trabajo, ese esfuerzo y ese riesgo diario por las carreteras de mi querida Murcia, todo eso no vale nada. Nadie.

Tampoco nadie me puede discutir, pero absolutamente nadie que mis 3 oposiciones aprobadas, una con un honroso 5,35 (creo recordar), la segunda con un bonito 8,19 y esta última oposición (infame oposición) en la que obtuve un espléndido 6,845, repito absolutamente nadie me puede discutir que ese esfuerzo no se me reconozca. Sr. Sotoca, Usted me robó esas notas, con la caducidad de las oposiciones. Esas notas, ese esfuerzo, ese empeño debe y tiene que ser recompensado. El Sr. Pedro A. Sánchez lo sabe y confío en que sea honesto y valiente arreglando la vengativa y desaguisada imposición que el Sr. Sotoca firmó en contra de los interinos. Es de justicia.

Por último, no existe nadie en toda la comunidad educativa, nadie, que pueda negarme que haberme sacado otra carrera en estos años, haber seguido formándome con los cursos de los CPR, estar por mis propios medios tratando de sacarme el dichoso B2, amén de mi trabajo diario con mis queridos alumnos, que todo eso no tiene valor. Repito, nadie, absolutamente nadie.

Sólo pido justicia, que unos y otros que tratan de pescar en río revuelto, que tratan de liar a la opinión pública callen. Que hablen los méritos, el esfuerzo, el compromiso y las ganas de seguir al pie del cañón de gente que, como yo, se bate el cobre todos los días en las carreteras y aulas de esta sagrada región. Y si a todo eso no le dan voz, la importancia que merece, díganlo. A 30 de junio dejo de ser maestro y seguro que me buscaré la vida en otra profesión con las mismas ganas y entrega que demostré en estos 6 preciosos años trabajando para la educación pública.

Justicia, sólo pido justicia.




1 comentario:

  1. LLevas ser maestro en las venas, va por dentro como tu arte... q no te desanimen una panda de incompetentes, el tiempo te dará la razón y tendrás lo que tanto te has currado y mereces... seguro g, lo sé, q vales muxo leñe!! muxo ánimo!!

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