viernes, 14 de octubre de 2011

El 4 que quiso ser un 4

Hace muchos años en un lejano y oscuro bosque vivían un huraño y desabrido anciano con su jovenzuelo nieto. El viejo de tez pálida y gesto seco no dejaba al niño relacionarse con los vecinos de la zona. El niño, cruzando la pubescencia, tenía los mofletes sonrosados y un flequillo impertinente que nunca paraba de moverse al capricho de los aires del monte. Parecía despistado y perdido, siempre andaba de aquí para allá ensoñando con lugares remotos y aventuras secretas...

En ello andaba una tarde, ojeando uno de los pocos libros que tenía en la estantería de su cuarto cuando de una de sus hojas...se oyó un gemido...

4: Ehhh..ehhh..tú...

El niño, confuso, miró hacia todos los lados buscando el origen de esa vocecilla. Apresurado buscó y buscó a su alrededor sin conseguir desfacer el entuerto...y siguió con su tarea. De nuevo, al poco tiempo volvió a oirse la vocecilla...

4: Ehhhh...niño...¿no me oyes?

Perplejo, se quedó fíjamente mirando a la página que estaba leyendo y...sí...la voz provenía del libro...del número 4 que agitaba su única pata. De pronto de no se sabe donde surgió de nuevo la voz...



4: No te asustes...que no muerdo, sólo soy un número 4, si fuera el 10...podrías temerme jejeje.

Cambiando el tono de su discurso, el número 4 se dirigó al asombrado chaval y le espetó...

4: Llevas mucho tiempo leyéndome pero aún no he visto ninguna sonrisa en tu cara. ¿Tan malo es este libro en el que me han impreso? Si es así...¿no tienes otra cosa mejor que hacer?

El niño, sin salir de su asombro, apenas podía balbucear palabra...

Niño: No tengo muchos libros...y en este leo aventuras que me gustaría vivir pero que nunca podré tener, además, vivo tan lejos que mi abuelo no me deja salir de aquí...

El número 4 con tono serio y firme le dijo...

4: ¿Nunca podrás vivir qué? ¿Nunca podrás hacer qué? Mira niño...hasta yo, el número 4, aquel al que nadie hace caso, hasta yo, en este viejo y raido libro puedo hacer lo que me de la gana...

Niño: No te entiendo...

4: ¿Tu ves que yo sea el número 1? Tan perfecto...siempre el primero, el as, el más importante ¿Acaso soy el 2? El número malvado, de él dicen que segundas partes nunca fueron buenas...¿o el 3? alguna vez me comentaron que no hay 2 sin 3 y que a la tercera va la vencida. Tampoco soy el 5, un amigo mío me dice que no hay quinto malo y que las manos de los humanos tienen 5 dedos...Pero ¿quién habla del 4? Nadie, nadie...nadie. A lo sumo esa vieja retahila de que "con un 6 y un 4 hago un retrato"...¿Y tu me ves triste? ¿Incapaz de alcanzar mis sueños? ¿Aburrido?

El niño pensativo, ensimismado intentaba buscar sentido a todo esto.

4: A pesar de ser un 4...he conseguido vivir todas las aventuras de este libro, a veces incluso he estado a punto de irme a buscar otras nuevas, colarme en otros libros de dragones, príncipes valientes o animales salvajes...pero si lo hago dejaría esta historia coja, inacabada y niños como tu no podrían soñar con conquistar nuevos mundos, visitar grandes lugares y derrotar a temibles monstruos...


¿Vas a seguir aquí sentado esperando que los sueños vengan a verte?

4 comentarios:

  1. Me ha gustao mucho.Si señor.

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  2. Este va a ser el cuento para Celia esta noche. Seguro que le gusta un montón.
    Manmen

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  3. Gracias...espero que le gustase...y sobre todo que se quedase dormida jejeje.
    Un beso, Gabriel.

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