Los hay, a cientos, a miles, a millones. Por desgracia. Hay millones de héroes en este mundo. Anónimos, silenciosos. Librando una gran batalla, peleando cada uno de los minutos que tiene el día, luchando contra una enemigo voraz. Un gran hijo de puta llamado cáncer.
Desde aquí les lanzo un grito de esperanza, mi aliento, mi fuerza porque todos los días sigan emocionándose con las cosas que viven, porque cada mañana sientan los primeros rayos del sol en su rostro, porque se rodeen de las cosas más queridas...por, por, por tantas cosas.
El fotógrafo americano Angelo Merendino nos ofrece una seria de fotografías con las que pretende "humanizar la cara del cáncer" la lucha de su mujer contra una enfermedad que finalmente acabó con ella, pero una enfermedad que les mostró "nuestro amor" como el define.
Fuerza...para él y para todos los que de algún modo hemos estado relacionándonos con ese gran hijo de puta.
Fuerza para esos héroes anónimos.
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