lunes, 25 de noviembre de 2013

Todo queda por escribir

 Y aunque mil años llegaran, o una vida entera,
 plena, vacía, con ausencias.

 Volverán a emerger los gritos del silencio,
 los que nunca se fueron ni callaron.

 Y nunca se olvidarán las palabras gritadas,
 rodeadas de imborrables silencios. Eternos.

 Bajo arenas que nunca se mueven,
 o desiertos que lejos te lleven.

 Y volarán mil aviones sin destino, sin nombre,
 sin tiempo que se escurra en el camino.

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