jueves, 8 de marzo de 2012

Claves

Que felices debieron ser nuestros padres cuando en el apogeo de sus vidas no tenían ninguna clave, para nada. Trabajaban, vivían, entraban, salían, jugaban, amaban, disfrutaban, reían, lloraban...y todas esas cosas que solemos hacer los humanos en el devenir de nuestra existencia.

Me imagino a una pareja en la que ella le dice a él:

María: !Pepe! ¿Dónde está el pasaporte?

Pepe: !Pues...! !En el segundo cajón de la mesita de noche!

María: !Valeeeeee...!

Al rato....

María: !Pepe! !No lo puedo abrir! ¿Cómo se abre este cacharro?

Pepe: Hija María...como siempre mete la clave, luego pon el dedo índice en el sensor y finalmente gíralo a la derecha...

¿No os ha pasado nunca eso? !Clave del teléfono, clave de la alarma, clave del correo de la empresa, clave del correo de hotmail, clave de la tarjeta de crédito, clave de la tarjeta de débito, clave del banco, clave de la cuenta de ebay, clave de la cuenta de la madre que parió a la clave!

¿Qué tal si empleamos el tiempo en memorizar toda esa basura en jugar con nuestros hijos? ¿Y si lo empleamos en ocuparnos de nuestra pareja? ¿Quizá un café con aquel amigo? ¿Un poco de deporte por las tardes? ¿Aquella afición olvidada? ¿La asignatura que me queda para acabar psicología?

Tenemos tanto por hacer y hay tantas gilipolleces que no nos dejan ver nuestro camino...

Buen fin de semana y besos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario