Son lo que mas cerca de las manos tenemos, las metemos en ellos constantemente, nos apoyamos en su filo, metemos monedas, sacamos las llaves de casa, jugueteamos con aquella canica que le confiscamos a aquel alumno despistado...etc.
Solemos llevarlos llenos de experiencias, de miradas, de gestos,de ausencias, de alegrías, de tristezas. De vez en cuando los vaciamos, guardamos todo su contenido en otros lugares de nuestra casa. Algunos los escondemos para no verlos en mucho tiempo, otros los tiramos directamente a la basura, los más queridos los dejamos cerca nuestra, a la vista...
El ciclo vuelve a empezar, recopilamos nuevas experiencias, nuevas miradas, nuevos gestos, nuevas ausencias, nuevas alegrías, nuevas tristezas. Jugamos, modelamos y disfrutamos con todo ello intentando esculpir el trayecto de nuestras vidas.
Llenamos nuestros bolsillos, los vaciamos, seguimos viviendo y el ciclo vuelve a empezar...
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