jueves, 14 de junio de 2012

Las noches no son siempre oscuras

   Esta noche el mar está tranquilo, aunque no veo luces en el lejano horizonte. Hoy no me encuentro con mis desconocidos amigos nocturnos de los que diariamente me despido de forma cordial. A los que religiosamente les rezo antes de dormir...antes de caer en los brazos de Selene.

   Sigo sin conocer sus vidas, sin advertir sus sentimientos, sin ver la dureza de sus rostros. Me gusta imaginarlos, del mismo modo que yo lo hago con ellos, dándome las buenas noches.

  Con un cálido abrazo.

   Esta noche la luna está escondida, entre las nubes, como avergonzada, tímida. Con ella también suelo tener intensas conversaciones, pausadas, iracundas en ocasiones...despreocupadas en otras, al abrigo de una copa, en el regazo de algún abrazo perdido...antes de caer en los brazos de Selene.
 
   Sigo sin descubrir tantas cosas, sin perderme en tantas miradas, sin ver  mi propia mirada. En ella a veces me encuentro, por ella a veces me pierdo. Le doy las buenas noches, la miro confiado y me duermo.

   Con un cálido abrazo.

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