viernes, 22 de junio de 2012

Hagámoslo juntos

Es mi blog, escribo cómo y cuando me apetece, pero también, necesito escuchar vuestras palabras, oir vuestras sensaciones. Esto no tiene sentido sin vosotros...

¿Comienzo una entrada y me ayudáis a acabarla? Una historia en la que yo pongo el principio y vosotros todo lo demás...¿Alguien se atreve a acompañarme? Os espero...es fácil.


Mientras observaba a aquel camarero ponerle su gin-tonic, algo perturbó su atención focalizada en el hielo de su copa de balón. Instintivamente desvió la mirada.

Allí estaban esos grandes ojos marrones,ojos que lo analizaban intensamente,ojos que reflejaban un pasado vivido y un futuro por vivir y ojos que se cruzaron con sus ojos. En aquel momento dejó de importarle el gin-tonic,el hielo,la copa...

No perdería de nuevo la oportunidad de conocerla. Era el mismo rostro que había visto hacía poco tiempo, y que no había podido quitarse de la cabeza. Fue una noche al salir de una cena de amigos, ya se dirigía a casa, cuando vio por primera vez esa cara angelical y preciosa, que no había podido borrar de su mente. Sólo se dirigieron unas cuantas palabras, pero fueron suficientes para quedar embrujado por ella.
Ahora estaba allí, a su lado, y ella con los ojos clavados en él. ¿Qué debía hacer…? ¿Acaso ella también le recordaba…? Finalmente se decidió y fue hacia ella.

La invitó a sentarse, charlar y conocerse. Las horas pasaron sin a penas darse cuenta, pues ambos estaban totalmente inmersos en las palabras que se decían mutuamente. Y así, una cosa llevó a la otra, la buena conversación, los tragos a esas copas, unas miradas con mensajes ocultos, y una invitación a su casa que ella aceptó.

Aquella fue la última vez que se les vio. Nadie sabe qué pasó aquella noche.



4 comentarios:

  1. Allí estaban esos grandes ojos marrones,ojos que lo analizaban intensamente,ojos que reflejaban un pasado vivido y un futuro por vivir y ojos que se cruzaron con sus ojos...En aquel momento dejó de importarle el gin-tonic,el hielo,la copa...

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  2. No perdería de nuevo la oportunidad de conocerla… Era el mismo rostro que había visto hacía poco tiempo, y que no había podido quitarse de la cabeza. Fue una noche al salir de una cena de amigos, ya se dirigía a casa, cuando vio por primera vez esa cara angelical y preciosa, que no había podido borrar de su mente. Sólo se dirigieron unas cuantas palabras, pero fueron suficientes para quedar embrujado por ella.
    Ahora estaba allí, a su lado, y con los ojos clavados en él. ¿Qué debía hacer…? ¿Acaso ella también le recordaba…? Finalmente se decidió y fue hacia ella…

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  3. La invitó a sentarse, a charlar y a conocerse.
    Las horas pasaron sin a penas darse cuenta, pues ambos estaban totalmente inmersos en las palabras que se decían mutuamente.
    Y así, una cosa llevó a la otra, la buena conversación, los tragos a esas copas, unas miradas con mensajes ocultos, y una invitación a su casa que ella aceptó...

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  4. Aquella fue la última vez que se les vio. Nadie sabe qué pasó aquella noche

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